El logo de BQ

BQ, la empresa tecnológica española que triunfa en el mundo

A estas alturas es muy difícil no haber escuchado hablar de BQ, empresa española que ha logrado posicionarse en el panorama internacional de la telefonía móvil. Quizás lo que desconozca es cómo empezó su andadura y le sorprenda saber que uno de sus primeros éxitos vino de la venta de memorias USB promocionales. Su historia es la de una empresa que ha sabido ir creciendo sin lanzarse al vacío, dando cada paso con pies de plomo y sin que en ningún momento haya olvidado su esencia.

BQ nació en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica de Madrid en 2005, fundada por seis estudiantes de esta facultad. En sus inicios se dedicaban a vender ordenadores que ellos mismos construían. En esa época, vendían memorias USB como accesorios y fue un encargo de un cliente el que les hizo descubrir que los pendrives y otros regalos promocionales personalizados eran una oportunidad de mercado. Gracias a ello consiguieron años de éxito y crecimiento.

En 2009, dan un giro en sus productos y aterrizan en el mercado de los lectores electrónicos. Hay que tener en cuenta que, por aquel entonces, estos no eran tan populares como lo son hoy en día y menos en España. No se puede negar que fue una decisión arriesgada. Su primer modelo fue el BQ Classic y siguen triunfando en este mercado con su modelo más reciente, el BQ Cervantes. Algo que siempre ha tenido claro la compañía es que hay que cuidar al cliente y, por ello, siempre le ha dado la importancia que se merece al servicio de posventa que ofrece. Además, han querido tener bajo control todo el proceso de desarrollo de sus dispositivos.

En 2012, dieron el salto de los ereaders a las tabletas y esto, de forma natural, les llevó a acabar lanzándose al mercado de los teléfonos móviles. Uno de sus factores diferenciales es el precio. Saben de primera mano que la fabricación de los smartphones no cuesta las cifras que los usuarios pagan. Ellos prefieren inclinarse por un modelo de negocio con unos márgenes inferiores y realizar menos inversiones en publicidad, manteniendo un buen balance calidad-precio. Hace unos meses BQ consiguió estar en boca de todos al lanzar al mercado el primer teléfono con sistema operativo Ubuntu, demostrando así sus ganas de que el desarrollo de la tecnología triunfe por encima de lo demás. Con el paso del tiempo su gama de productos ha seguido diversificándose: venden impresoras 3D, escáner 3D, kits de robótica, etc.

Un aspecto que les caracteriza es que no solo se han centrado en descubrir nichos de mercado e intentar ser líderes en ventas. BQ también se preocupa por divulgar y acercar la tecnología a la sociedad, empezando por los más pequeños pero sin olvidarse de los mayores, firmes convencidos de que esta ayuda a mejorar el mundo. Se dedican a promover la cultura maker porque defienden que la tecnología no solo hay que consumirla sino también hay que entenderla y crearla. Prueba de ello son los esfuerzos que invierten en formar a profesores o realizar cursos.

BQ como empresa española ha querido apostar por el made in Spain, sin embargo, ha recibido críticas debido a que algunos de sus dispositivos se fabrican en China. Ellos argumentan que es prácticamente imposible fabricarlos en territorio nacional ya que no hay tejido industrial que les respalde, no existen proveedores locales que les puedan suministrar los componentes electrónicos que necesitan. Las impresoras 3D sí se realizan íntegramente en España porque sí los encuentran aquí. Aún así, ellos siguen luchando para que la situación cambie y llegue el día en que sus móviles también sean fabricados aquí sin necesidad de recurrir al mercado asiático.

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