El término crowdfunding

Crowdfunding, otro término más que debes conocer

Si analizamos estos términos en inglés, se puede hacer una idea de lo que crowdfunding significa, “crowd” – multitud de gente y “funding” – financiación.  Pues bien, según recogen algunas definiciones, en términos más técnicos, sería algo así como, “Cooperación colectiva, llevada a cabo por personas que realizan una red para conseguir dinero u otros recursos, con el fin de financiar esfuerzos e iniciativas de otras personas u organizaciones”. En resumen, esta técnica de financiación pone en contacto a personas con recursos económicos y a personas con ideas, para llevar a cabo proyectos de manera conjunta y con éxito.

Aunque es un concepto que apareció en 1997, ha sido en estos últimos años cuando su uso se ha extendido. Su primera aplicación fue en el ámbito musical cuando un grupo de rock financió su gira con donaciones de sus fans. En España no empieza a extenderse hasta el año 2010 cuando surgen las primeras plataformas basadas en este tipo de financiación.

¿Cómo funciona?

A través de diferentes plataformas, los proyectos se dan a conocer indicando la cantidad de dinero que se requiere para ponerlos en marcha. Los proyectos deben ofrecer recompensas a los cofinanciadores que varían en función de la cantidad con la que éstos colaboren. Estas recompensas pueden ir desde el reconocimiento en redes sociales, pasando por la posibilidad de comprar los productos antes de ser lanzados al mercado o incluso una cena de agradecimiento. Muchas de las colaboraciones se pueden iniciar desde 1 euro en función del proyecto y las necesidades.

Los creadores de los proyectos cuentan con un tiempo determinado en el que tienen que conseguir la financiación. Si se consigue la cantidad deseada en su totalidad, se pone en marcha el proyecto y se procede a recompensar a los colaboradores. Si no se consigue, no se cobra nada por parte de los financiadores.

Parece fácil pero no es sólo una cuestión de publicar un proyecto y esperar que vengan a financiar el proyecto. Éste debe contar con un buen plan y una fuerte estrategia de marketing y difusión en las redes sociales, de manera que demos a conocer el valor del proyecto y lleguemos a posibles inversores.

En España existen ya multitud de plataformas que funcionan bajo esta dinámica. Algunas están orientadas al ámbito cinematográfico o musical. Otras establecen diferentes métodos de colaboración mediante las recompensas o inversiones.

Aunque existen algunas desventajas en este sistema, como es el dar a conocer el proyecto en un ámbito público pudiéndose exponer a casos de plagio, el crowdfunding puede ser una alternativa viable para obtener financiación externa. Además presenta otras ventajas derivadas de estas colaboraciones como puede ser el valorar directamente si un proyecto funcionaría en el mercado o dar a conocer éste de manera gratuita.

En este año, se producirá la aprobación de varias leyes que regulan estos sistemas de financiación en España. Entre los principales puntos se incluirá el sistema de posibles desgravaciones y beneficios para los financiadores y se establecerán cuantías máximas de financiación.

Con todo esto, se espera que el crowdfunding se extienda como otra forma más de financiación, regulada y acreditada donde los emprendedores puedan mostrar su valor y los inversores adquieran beneficios superiores a los que esperaban. Conocer cuáles pueden ser las diferentes alternativas a la hora de financiar un proyecto puede ser clave para poder ponerlo en marcha y es fundamental, estar al día en las últimas tendencias.

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