Grace Murray

Grace Murray Hopper, la artífice del primer compilador

Nacida el 9 de diciembre de 1906 en Nueva York, es conocida en el mundo por haber creado las bases de la programación y por su carrera militar.

El interés de Grace por la tecnología despertó desde bien temprano, siempre tuvo curiosidad por comprender los aparatos que le rodeaban. Cuentan como anécdota que a los 7 años un día acabó desarmando todos los relojes de su casa en un intento de entender su funcionamiento.

Inusual para su época, Grace Hopper nació en una familia que consideraba los estudios como algo fundamental y que quería que sus hijas tuvieran las mismas oportunidades que los varones. Eligió estudiar matemáticas y físicas, y en 1934 consiguió el Doctorado de Matemáticas por la Universidad de Yale. Enfocó su trabajo hacia la docencia hasta 1943 cuando su vida dio un giro.

La carrera militar de Grace Hopper

Su bisabuelo había sido almirante de la Armada de los Estados Unidos. Ella siempre le admiró y quizás esto le llevó a unirse a las fuerzas armadas durante la Segunda Guerra Mundial. Fue enviada a Harvard para trabajar en el proyecto de construcción del Mark I, el primer ordenador electromecánico. Gracias a sus conocimientos de matemáticas y a sus dotes para descifrar mensajes en seguida destacó. A los 40 años se vio obligada a abandonar el ejército por haber superado la edad límite, 38, aun así siguió trabajando en Harvard. Aunque este no sería su adiós definitivo a la carrera militar. En 1966 la volvieron a llamar para que llevara a cabo la estandarización de los lenguajes de programación que usaban. Lo que inicialmente era cuestión de meses acabó convirtiéndose en 20 años. Su retirada definitiva de la armada se produjo en 1986 habiendo obtenido el grado de Contraalmirante, todo un logro para una mujer en aquellos años.

Sus contribuciones a la computación

Durante los años que estuvo en la reserva de la Armada, Grace continuó su vida profesional en la industria privada de los ordenadores. En 1952, desarrolló el primer compilador de la historia, el A-0, que traducía símbolos matemáticos a código máquina. Fiel convencida de que los ordenadores debían de llegar a todo el mundo se centró en perfeccionar los lenguajes de programación para que fueran más fáciles de usar. En 1957 presentó el FLOW-MATIC, el primer compilador para procesamiento de datos capaz de procesar órdenes en inglés.

La experiencia con FLOW-MATIC contribuyó al nacimiento de COBOL, el primer lenguaje de programación orientado al mundo de los negocios y que todavía se utiliza. Hopper no tuvo un papel principal en el desarrollo del mismo pero la influencia de sus anteriores inventos hizo que se le considere la creadora de COBOL.

A lo largo de su vida recibió numerosos reconocimientos a su carrera entre los que se encuentran más de 40 doctorados honoris causa y el curioso galardón al Hombre del Año en ciencias de la computación recibido en 1969. Desde 1971 se entrega el premio Grace Murray Hopper por parte de la ACM (Association for Computer Machinery) y anualmente se celebra un congreso en su honor para impulsar la presencia de mujeres en el mundo de la tecnología.

Es evidente que la programación tiene mucho que agradecerle a esta mujer de adorable sonrisa que jugó un papel rompedor en sectores dominados por hombres.

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