Ayer, 21 de noviembre, fue el Día Mundial de la Televisión, un día para recordar la importancia de este medio de comunicación. Se proclamó en 1996 para conmemorar la celebración del Primer Foro Mundial de la Televisión (enlace).
Quizás hoy en día vivir sin ella es mucho más fácil que hace años, pues era junto a la radio los únicos medios de comunicación a través de los cuales uno podía informarse de lo que estaba sucediendo en el mundo. Hoy vamos más allá y hay teles que tienen Internet, que nos permiten seleccionar el programa a la carta, memorizar el programa que nos interesa e incluso navegar por él, viendo única y exclusivamente los minutos que nos interesan. Todo esto y más sin tener que movernos del sofá.
Pero, de verdad, ¿quién inventó la televisión?
La televisión ha evolucionado, y mucho, a lo largo de la historia y del mundo. Es por ello no tiene un único inventor, sino muchos que han aportado algo.
En 1884, Paul Nipkow patentó un disco giratorio que se podía utilizar para capturar y mostrar una imagen haciendo uso de la electricidad. Nipkow no llegó a desarrollar un sistema para darle uso y veinte años después su patente expiró.
Así pues, no sería hasta 1925 cuando un inventor escocés, John Logie Baird, daría uso al invento de Nipkow y utilizaría dos discos unidos por un mismo eje y separados 2 mm.
Y mientras eso sucedía en Europa, en América, Philo Farnsworth (enlace) y Vladimir Zworykin trabajaban en ideas similares. Rondaban los años 30 y la historia de la televisión acababa, prácticamente, de comenzar.
Conozcamos a John Logie Baird
Nació en Helensburgh, Escocia, en 1888. Estudió ingeniería eléctrica en el Royal Technical College en Glasgow, aunque no llegó a finalizar sus estudios debido al estallido de la Primera Guerra Mundial. Trabajó para una empresa de servicios públicos, comenzó un negocio de fabricación y regentó una fábrica de mermeladas hasta que, finalmente, en 1920 decidió centrarse en su faceta de inventor.
La idea de Baird era enviar imágenes en movimiento con sonido y creía que para conseguirlo debía partir del disco de Nipkow. No contaba con financiación ni apoyo, por lo que su invento lo fabricó con materiales que iba consiguiendo poco a poco como cajas de galletas y té, pegamento o una lámpara de una bicicleta, entre otros. Aun siendo tan rudimentario, en 1924, consiguió transmitir de forma parpadeante la silueta de la cruz de Malta.
Iba por buen camino. Dos años después presentó su invento al público en Selfridge, Londres, antes 50 científicos de la Royal Institution. Baird bautizó como “televisor” al aparato que había inventado, y que proyectaba imágenes en movimiento con sonido. Este no sería su único logro:
- En 1927, fundó la Baird Television Development Company y realizó una transmisión desde Londres a Glasgow
- En 1928, desarrolló la televisión a color y transmitió desde Londres a Nueva York
- En 1929, la Oficina de Correos Alemana requirieron sus servicios para mejorar la televisión que ellos estaban llevando a cabo. Por otro lado, en colaboración con la BBC, realizó la primera transmisión pública
La tecnología de Baird tenía limitaciones, pues se trataba de un modelo mecánico, las imágenes eran borrosas y parpadeaban; algo que con la televisión electrónica no ocurría, por lo que en 1937, la BBC finalizó el contrato con él.
Baird siguió trabajando en la televisión, y en 1942, casi diez años después, presentó la primera televisión electrónica en color.
Cuatro años después sufrió un derrame cerebral y murió.
Una vida unida a la televisión
John Logie Baird tiene el honor de haber sido el primero en desarrollar una televisión y que esta funcionara. Él, basándose en el disco de Nipkow, sentó las bases de este invento, que hoy en día tantas alegrías nos da.