Pantalla de un smartphone que muestra la carga

La carga inalámbrica, ¿presente o futuro?

Es por todos conocidos que existe una guerra abierta entre Samsung y Apple, cada vez sorprende menos leer noticias en las que unos tratan de desprestigiar a otros. Esto se ve reflejado incluso en las campañas publicitarias que estas empresas lanzan. La semana pasada vio la luz un anuncio de Samsung en el que pretende diferenciarse de su competidor porque ellos sí ofrecen la carga inalámbrica en su buque insignia, el Galaxy S6.

¿Qué es la carga inalámbrica?

La carga inalámbrica se basa en la transferencia de energía entre la base de carga y el smartphone sin necesidad de cables. Para ello, la base cuenta con una bobina de inducción que genera un campo electromagnético que es recibido por la bobina del dispositivo y transformado en corriente eléctrica.

Pese a que no es una tecnología nueva parece que no ha terminado de calar entre los usuarios. Los primeros teléfonos inteligentes que la incluían dentro de sus características son de 2012 y aún hoy su uso no es masivo. Aunque todo apunta a que las tornas están cambiando, una encuesta reciente realizada entre consumidores de los Estados Unidos, Reino Unido y China revela que el 76% la conocen.  Lo que supone el doble respecto al año anterior.

¿Cuáles son los estándares existentes?

Desde los inicios ha habido tres estándares luchando por ser el elegido. El que goza de mayor popularidad es Qi, desarrollado por el Wireless Power Consortium. Su funcionamiento se basa en la transferencia de energía gracias a la inducción utilizando frecuencias muy altas. Requiere que el dispositivo esté prácticamente pegado para lograr máxima eficiencia. Una de sus desventajas es la necesidad de colocar el teléfono en la posición precisa para recibir la carga de forma correcta.

Uno de los principales rivales de Qi es PMA (Power Matters Alliance), muy sonado ya que el Samsung Galaxy S6 es compatible con esta tecnología. Al igual que su rival se basa en la carga por inducción.

El tercero en discordia es el A4WP (Alliance for Wireless Power), en este caso la carga se realiza por medio de la resonancia magnética, siendo esta menos eficiente. En contraprestación permite superficies de carga mayores en las que cargar varios terminales simultáneamente sin imponer restricciones sobre la posición de los mismos.

A principios de año PMA y A4WP decidieron aunar fuerzas mediante la firma de un acuerdo. Ambas asociaciones trabajan ahora juntas y apuestan por la interoperabilidad. Pretenden desarrollar bases que puedan funcionar en ambos modos de carga indistintamente.

Algunos usuarios siguen viendo la carga inalámbrica como una tecnología de futuro. Sin embargo, la actualidad demuestra que es presente. Los últimos avances permiten equiparar los resultados de esta metodología a los sistemas tradicionales. Según el Wireless Power Consortium la última iteración de Qi es capaz de suministrar hasta 15W de potencia, será posible cargar hasta un 60% de la batería en 30 minutos. Por otro lado, el hecho de que Ikea vaya a vender muebles que integren las bases de carga ayudará a popularizar la carga inalámbrica.

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