Continuamente aparecen noticias sobre lo importante que es la seguridad informática, lo necesario que es mantener los equipos protegidos y demás. Pero, ¿realmente los usuarios tienen claro los diferentes ataques que pueden sufrir? Cuando un usuario es víctima de algún ataque generaliza su situación con un “me ha entrado un virus en el ordenador”. Sin embargo, existen varios tipos de infecciones según las características de las mismas. No todas afectan al equipo de igual forma.
La palabra genérica que englobaría a todo tipo de infección es malware. Hace referencia a cualquier código que se ha desarrollado con un fin malicioso, es decir, con el objetivo de afectar la funcionalidad del ordenador, de extraer información valiosa o cualquier acción ilegítima. La forma más habitual de propagación de un malware es escondido en el proceso de instalación de algún programa o en la descarga de algún archivo en internet.
¿Qué tipos de malware existen?
- Virus: Este software malicioso altera el correcto funcionamiento del ordenador y se caracteriza por su capacidad de expansión de un dispositivo a otro. Una de las formas que tiene de expandirse es a través de las memorias USB que se conectan al ordenador infectado y son, posteriormente, conectadas en otros equipos.
- Gusano: Es capaz de duplicarse a sí mismo y, a diferencia de los virus, se propagan de ordenador a ordenador sin la interacción de ninguna persona. Utiliza las partes automáticas de un sistema operativo que generalmente son invisibles al usuario.
- Troyano: Tiene apariencia de programa lícito pero tiene un trasfondo malicioso. El hecho de que a simple vista parezca un programa “bueno” dificulta identificarlo como malware y facilita que los usuarios sean engañados.
- Adware: Suele colarse en los equipos junto al instalador de otro programa. Se utiliza con fines publicitarios mostrándole al usuario anuncios de todo tipo, normalmente de una forma invasiva con ventanas emergentes. No siempre son peligrosos.
- Spyware: Es un tipo de programa que actúa como espía, monitoriza el ordenador y se dedica a extraer información del mismo. Dicha información se envía al creador del spyware sin que haya habido un consentimiento previo.
Si se quiere garantizar que el ordenador está protegido y a salvo de intrusos es muy importante hacer un uso responsable del mismo y de Internet, ya que es una de las principales fuentes de malware. No se debe navegar por páginas que no sean de confianza ni descargar archivos de los que se desconozca su procedencia. Además, es recomendable tener el sistema operativo y los programas actualizados. Muchas de estas actualizaciones permiten corregir vulnerabilidades de seguridad. Asimismo, es conveniente instalar un antivirus con protección en tiempo real, este se encargará de bloquear el malware. Y por último, algo que a veces pasa desapercibido, hay que ser cautos con las unidades de almacenamiento que se conectan al ordenador. Si estas están infectadas, infectarán el equipo.