Bebés utilizan la tecnología como juguetes

Smartphones y bebés

Es asombrosa la capacidad de los niños para aprender. Hoy en día son capaces de utilizar un dispositivo móvil como si de un juguete se tratara.

Cada vez es más habitual ver a un menor de 3 años usando un smartphone o una tablet de forma intuitiva. Sin ir más lejos, un niño de tan solo 2 años es capaz de meterse en Youtube con el teléfono móvil de los padres y seleccionar los vídeos que le gustan; o navegar por los menús o incluso llamar, aunque no sepa a quien. Conoce a la perfección las aplicaciones que son de su interés y maneja el teléfono cual experto.

Dispositivos móviles vs. juguetes tradicionales

Seis de cada diez padres dejan que sus hijos jueguen solos con los dispositivos móviles, lo que los mantiene ocupados mientras los adultos realizan sus tareas. ¿Y qué pasó con los coches de carreras o las muñecas?

Un estudio del Centro Médico Einstein en Filadelfia confirma que los bebés y niños de dos años perciben los teléfonos móviles como si fueran juguetes de plástico, lo que supone un gran interés hacia ellos. Se abre ante ellos todo un mundo: un dispositivo de colores, imágenes, sonido, etc. De esta manera, el niño estará entretenido sin ni siquiera moverse del sillón.

¿Hasta que punto esto es bueno?

Todavía no se conoce el impacto real que estos dispositivos pueden tener en niños pequeños. Como indica el doctor Pablo Durán, del Centro Oftalmológico Quirón, el consumo abusivo aumenta el riesgo de padecer algún problema relacionado con la vista. Los menores de dos años cuentan con gran plasticidad en su sistema visual, de manera que si pasan mucho tiempo con una pantalla muy reducida y cercana a la vista se podría alterar su sistema de enfoque.

La clave está en el equilibrio entre lo tradicional y lo moderno. Las habilidades sociales y la imaginación se desarrollan jugando “a las casitas”, “a la pelota”, o simplemente en el parque.

Es una realidad que la sociedad está inmersa en la tecnología. Esta siempre debe ayudar y beneficiar al niño, pues un uso cuidadoso y deliberado podría promover su aprendizaje, pero como dijo la profesora de infancia temprana y alfabetización en la Escuela de Cultura, Educación y Desarrollo Humano Steinhardt, Susan Neuman, “apenas hemos empezado a ver la capacidad de lo que es posible”.

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