Hoy nuestros calendarios marcan que es 5 de diciembre, y ¿por qué destaca un día como este? Algunos lo tienen marcado en rojo porque es el inicio del puente de diciembre y tienen planificada alguna escapada. Otros lo vinculan al inicio de las Navidades, por mucho que los supermercados y centros comerciales se empeñen en arrancar desde octubre. En estos días el espíritu navideño empieza a notarse en los hogares, los más pequeños de la casa ayudan con la decoración mientras ultiman su carta de deseos. Luces y guirnaldas empiezan a rodear nuestros salones.
Pero no solo por todo esto destaca el 5 de diciembre, tal día como hoy en 1901 nacía Walter Elias Disney, quien más tarde sería mundialmente conocido como Walt Disney. Una figura del cine de animación que mucho ha aportado al desarrollo de la imaginación de los más pequeños de la casa.
Su vida
Walter nació en el seno de una familia de origen humilde, cuarto hijo de cinco hermanos. Vivió los primeros años de su vida en Chicago hasta que en 1906 se trasladaron a una granja en Missouri. Este bucólico entorno propició que Walt Disney descubriera la naturaleza, los animales e hiciera sus primeros pinitos con el dibujo retratando al caballo de un vecino. ¡Desde ese momento sintió que era una de sus pasiones!
La enfermedad de su padre hizo que nuevamente tuvieran que mudarse, esta vez fueron a parar a Kansas City. Disney tenía que echar una mano a su padre con el reparto de periódicos, por lo que su rendimiento escolar se vio afectado. Eso no impidió que quisiera seguir formándose y se matriculara en el Instituto de Arte. Sabía que tenía mucho que aprender en el mundo del dibujo.
Corría 1918 y la Primera Guerra Mundial había estallado. Walter no alcanzaba aún la mayoría de edad y no fue admitido en el ejército pero tras falsificar unos documentos sí que pudo unirse a la Cruz Roja, estuvo destinado en Europa aunque llegó cuando ya se había alcanzado la paz.
Tras regresar a Estados Unidos tenía claro lo que quería hacer, perseguir su sueño, él deseaba ser dibujante. Fue contratado por una agencia de publicidad donde conocería a Ub Iwerks, gran amigo que marcaría su futuro profesional. Tras varios trabajos de animación y algún intento frustrado de montar su propia empresa junto a Ub, ambos se trasladaron a Hollywood.
Walt Disney se llegó a plantear abandonar la animación, afortunadamente para él y para todos nosotros no lo hizo. Se alió con su hermano mayor Roy y fundaron una empresa, se construían así los cimientos de lo que después acabaría siendo The Walt Disney Company. Se dedicaron a trabajar en diferentes cortos de animación y empezaron a tener cierto reconocimiento.
El nacimiento de una leyenda
En 1928 comenzó a labrarse parte de lo que hoy en día es la leyenda de Walt Disney. Este año las manos de Ub Iwerks, verdadero padre de la criatura, dieron vida a Mickey Mouse. Se celebró el pasado noviembre el 90 aniversario desde que el adorable ratón apareciera por primera vez en Willy y el barco de vapor, el primer corto animado con sonido. Su repercusión fue inmediata, Mickey se convertía en un ídolo de masas y, por consiguiente, Walt Disney y su estudio.
Esto fue el inicio de un no parar de producciones, nuevos personajes, cortometrajes y largometrajes que veían la luz acaparando la atención del público. Las creaciones de Disney fueron pioneras en muchas cosas. Él es artífice de la primera película con sonido estéreo, la primera en rodarse en cinemascopio, la primera que mezcló animación y actores de carne y hueso, y un montón más de primeras veces en algo. Indudablemente, Walt Disney era de esas personas inquietas incapaces de dejar de crear y experimentar. El libro de la selva fue la última producción en la que pudo trabajar aunque no llegó a disfrutar del resultado final. Demostró que la animación podía ser un género cinematográfico a la altura de cualquier otro.
Walt Disney falleció a los 65 años a causa de un cáncer de pulmón, fumador empedernido no logró deshacerse de este vicio. A pesar de ser relativamente joven, su palmarés es envidiable. Llegó a producir más de 80 películas, fue nominado en 59 ocasiones a los Óscar logrando ganar la estatuilla 22 veces más 4 reconocimientos honoríficos de la Academia.
Pero en galardones no se mide su éxito, sus logros van más allá. Su talante innovador le hizo marcar tendencia en el mundo cinematográfico con algunas de sus incorporaciones, dejó constancia de que tenía una visión adelantada a su tiempo. Y no solo eso, enseñó a generaciones y generaciones a creer en el poder de los sueños, a luchar porque las historias tengan final feliz. Fue el creador de un universo mágico con el que todos hemos soñado en alguna ocasión, niños y no tan niños.